Conocer el signo del queso puede ser un salvavidas a la hora de interactuar con personas sordas o con dificultades auditivas. No sólo demuestra que estás familiarizado con su cultura y su idioma, sino que también te da la oportunidad de hacer bromas y chistes cursis que seguro que les arrancan una sonrisa. Además, si alguna vez te encuentras en una partida silenciosa de charadas, tendrás un truco más en la manga (o, en este caso, en la punta de los dedos).
Este signo también puede utilizarse para expresar el sentimiento de "cursi" o "cursi", como en "¡ese chiste era realmente cursi!".
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