Los Juegos Paralímpicos de Tokio deniegan el acceso a Becca Meyers.

Becca Meyers está en la orilla de una piscina, con 3 metros a la redonda. A ses pieds est assis son chien-guide.

Al igual que otros atletas participantes en los Juegos Olímpicos de Tokio de este año, Rebecca "Becca" Meyers ha dedicado su vida a este deporte, hasta el punto de que la gente a su alrededor la llama "Becca la nadadora". En una entrevista concedida al Washington Post, hace referencia a la natación como su "identidad como persona".

Esta no es la primera vez que Becca participa en unos Juegos Paralímpicos. Atleta cómplice, participó en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y, por primera vez, en los Juegos Olímpicos de Río en 2016, donde tuvo problemas para desplazarse por la villa olímpica debido a su inaccesibilidad. Fue incapaz de encontrar el espacio de restauración dedicado a los atletas y finalmente dejó de nacer.

Becca nació con el síndrome de Usher, lo que significa que padece un cierto grado de baja visión y de sordera. Sin una silla de ruedas accesible, le cuesta moverse por ciertos espacios. Según el Instituto Nacional Americano de la Sordera y otros Problemas de Comunicación, existen tres tipos de síndrome de Usher. Tienen un impacto diferente en la audición, la visión y el equilibrio (ver gráfico a continuación).

Audition de type I: Surdité congénitale, profonde, non évolutive à la naissance.

Después de descubrir la falta de acceso a algo tan esencial como la alimentación, decidió no volver a vivir esta experiencia. La madre de Becca, Maria Meyers, se ha convertido en su ayudante personal y trabaja como funcionaria para asegurarse de que Becca pueda desenvolverse con eficacia en los espacios. También han obtenido la autorización del Comité Olímpico y Paralímpico Americano (USOPC) para viajar juntas a competiciones internacionales.

Becca Meyers y su madre están sentadas en sillas blancas en una terraza de color rojo. A sus pies hay un perro guía de color beige. Sa mère porte un pantalon blanc, un haut bleu-marine à manches longues et des chaussures beiges. Becca lleva un pantalón negro, un pantalón de manga larga con el logo SPEEDO y unos zapatos de color beige fucsia. En la parte de arriba, un mini murete de piedras superpuestas y hierba.
Becca, su madre, Maria Meyers, y su perro-guía. Foto Instagram.

Sin embargo, debido a las restricciones impuestas por el COVID, el Comité de Organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio ha restringido la participación de los atletas y del personal esencial, denegándole así el permiso para acompañar a su madre en la villa olímpica y en el entorno de competición paralímpico.

"J'ai dû prendre la décision déchirante de me retirer des Jeux Paralympiques de Tokyo 2020", a déclaré Meyers mardi dans un communiqué publié sur sa page Facebook. "Je suis en colère, je suis déçue, mais surtout, je suis triste de ne pas représenter mon pays".

Aunque las directivas impuestas por el Comité de Organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio no incluían explícitamente los requisitos de accesibilidad, esto ha afectado directamente a la oportunidad de Becca de competir este año. El debate sobre la accesibilidad y el alojamiento es esencial, en particular en el contexto de la pandemia relacionada con el coronavirus.
Cuando se aplican este tipo de restricciones, ¿qué obstáculos suponen para las personas discapacitadas?

Es sorprendente que Becca Meyers no pueda competir, pero es muy agradable ver cómo comparte su historia y lucha por sí misma y por las futuras generaciones de atletas paralímpicos.

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